miércoles, enero 11, 2006

LA TELENOVELA COMO ESTILO DE VIDA

Nos criaron frente a la televisión viendo las telenovelas de la tarde. Un grupo de científicos uruguayos demostró que eso tiene secuelas sobre nuestras relaciones sociales. Este es el decálogo básico:
Dramatización. Sobreactuacion. Por más pequeño que sea su problema llore, hable, gesticule, sensibilice al mundo con su drama de mierda y sobre todo, no lo resuelva nunca. La telenovela tiene que estirarse como chicle.
Los mismos decorados. La misma música. La misma charla. No conviene cambiar nunca una formula que ya conocemos, además cambiar implica costos de producción.
La culpa no es mía. Nunca se haga responsable de un carajo. ¿Para que están los malos de turno?
Moralina berreta. (¿Hay otra?). Sea botonazo, vigilante y verdugo. Todo el mundo sabe: sexo, drogas y rock and roll es signo de maldad, que tarde o temprano será castigada como en las películas de terror: las vírgenes zafan y a las promiscuas las mata el monstruo. Además juzgar es hermoso, condenar es divino y que mejor que hacer leña del árbol caído.
Deje todo en stand-by. No profundice nada. No sea directo. No destape ninguna olla. Déjelo para la temporada que viene. No se convierta en lo que es, podría no ser tan linda persona como usted imagina e incorporarse al grupo de los antagonistas, que las viejas gordas tanto detestan.
Costumbrismo. Ideas fuerza: La familia es lo primero. Una madre cuida diez hijos, diez hijos no cuidan una madre. La estupidez como bondad. Nada mas lindo que los tallarines de la vieja los domingos al mediodía antes de ir a la cancha. Y todas esas pequeñas cosas, pequeñas.
Las verdades de la vida. Hay que resistir al efecto de la realidad. Usted debe pensar y repetir cual rezo: Lo que mata es la humedad. Argentina, tierra bendita. Crisis es oportunidad. Lo pequeño es hermoso. No hay mal que por bien no venga. Los ricos no son felices. La pobreza es digna. Los peronistas no son cultos. Después de la bomba atómica cambio la temperatura. Los peruanos son tristes. Los bolivianos son burros. Los alemanes son metódicos. Las japonesas la tienen atravesada.
Sentido común. Que como todos sabemos esta basado en los axiomas: los boludos viven más y son más felices y son mas y el pueblo nunca se equivoca.
Chamullo, mucho chamullo. Chamullo a full, los personajes se juzgan por lo que dicen (sobre todo de sí mismos) y no por giladas, como por ejemplo lo que realmente hacen.
Nunca hable ni de fútbol, ni religión, ni política. ¿O es que no podemos comer en paz nunca en esta casa?

6 comentarios:

Anónimo dijo...

jajajjaj, creo que mi hermana no entendió eso de los esteretipos y las bobadas y burradas que son las novelas...(aprovecho para sacarle el cuero)hay gente que piensa que su vida deberia ocurrir como en las novelas, llena de dramas, artisteadas y con final feliz.
usualmente me gusta ver mas alla de los que muestra la tv. y cuanto lavado de cerebro hay en eso.


Bueno, que este bien querido Lord !
:D

Anónimo dijo...

SOLO RESTA DECIR IMPRESIONANTE POST.
SALUDOS

Anónimo dijo...

Desde luego, si no te hubieran criado mamando telenovelas, habrías sido incapaz de marcarte semejante post.

Saludo orgiástico.

Anónimo dijo...

En mi caso las telenovelas me provocan esa falsa esperanza, que junto a la realidad armada por esa caja amiga, traen esa tarde de otoño, que por suerte fue una sola y un sueño.
Pero bueno... solo dura una hora.

Anónimo dijo...

En mi caso las telenovelas me provocan esa falsa esperanza, que junto a la realidad armada por esa caja amiga, traen esa tarde de otoño, que por suerte fue una sola y un sueño.
Pero bueno... solo dura una hora.

Anónimo dijo...

En mi caso las telenovelas me provocan esa falsa esperanza, que junto a la realidad armada por esa caja amiga, traen esa tarde de otoño, que por suerte fue una sola y un sueño.
Pero bueno... solo dura una hora.