Quise cambiar un poco el rumbo de mi vida y me vi metida en un laberinto peliagudo de pasillos angostos y paredes cerradas, perdida de la manera más absurda. No se veía gente, ni puertas abiertas, ni ventanas con luz. Solo yo. Ni mi sombra. Ni mi miedo. Quise volver desandando mis pasos, pero la oscuridad era absoluta. Deambulé por horas, por días. Los meses transcurrieron. Habían pasado diez años cuando te encontré. Ahora, al menos, ya sé que no estoy sola buscando la salida.
1 comentario:
Mirá lo que me disparó tu fotito. Mecache!
Quise cambiar un poco el rumbo de mi vida y me vi metida en un laberinto peliagudo de pasillos angostos y paredes cerradas, perdida de la manera más absurda. No se veía gente, ni puertas abiertas, ni ventanas con luz. Solo yo.
Ni mi sombra. Ni mi miedo.
Quise volver desandando mis pasos, pero la oscuridad era absoluta. Deambulé por horas, por días. Los meses transcurrieron.
Habían pasado diez años cuando te encontré. Ahora, al menos, ya sé que no estoy sola buscando la salida.
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