miércoles, abril 29, 2009

Una rosa roja para Don Liborio, la alegria del hogar.


“El sometimiento del vigoroso Justo narrador, al Justo político, fue un compromiso de hierro que privó a la literatura argentina de su propio Conrad”.
Rogelio García Lupo


En 1936 el presidente norteamericano Franklin D. Roosevelt de visita en nuestro país, fue sorprendido en el Congreso Nacional, por exclamaciones de “Muerte al imperialismo” y "Abajo el imperialismo yanqui" El griton era nada menos que Liborio Agustín Justo (1902-2003), el hijo del presidente, el General Agustín P. Justo, que en ese momento le estaba dando al mandatario yanqui un fuerte y cincero, apreton de manos.

Don Liborio era escritor, historiador y fotografo y todo lo hizo cual semi-dios.

Movedizo: dejo medicina en tercer año,
viajo por Europa y America, en 1930 gano una beca de 8.000 U$A del Instituto de Educacion de Nueva York lo cual no lo freno para que en un acto en la Universidad de Williamstown denunciara la politica agresiva delos Estados Unidos en el Caribe, se ofreció como voluntario para trabajar de obrero en la URSS, fue marinero en balleneros finlandeses,
vivió ocho años como ermitaño en las islas del Ibicuy, Entre Rios, experiencia esta volcada en su “Rio abajo”, donde tambien estubo desarrollando actividad ermitaña en misma epoca Raul Scalabrini Ortiz.

Entre 1926 y 1934 realiza distintos viajes a Nueva York, antes, durante y después de la crisis mundial del ‘29. Donde se luce como fotografo. Sus fotos se exhiben hoy en el Museo de Arte Hispanoamericano Isaac Fernández Blanco (Suipacha 1422).

De un reportaje en la Revista “Asi”:
“A Quiroga le había escrito en 1927, señalándome mi deseo de conocerlo. Para mi era un escritor admirable por su estilo, por los ámbitos que había sabido describir y revelar. En un artículo dejé puntualizada esa admiración. De ahí que encontrándome en Misiones, y ante una respuesta muy amable de él, decidí visitarlo en su refugio de San Ignacio. Permanecí con él sólo cuatro días. Lo encontré insoportable. Carecía de la personalidad que yo le había adjudicado. De regreso a Posadas, le mandé un telegrama en donde le decía: “espero que en otra oportunidad tendremos más suerte que la que hemos tenido, yo en mi admiración hacia usted y usted en actitud de merecerla”

“Quebracho” fue su seudónimo militante. Estubo en el Partido Comunista, con el cual rompe mediante una "Carta Abierta" publicada en noviembre de 1936 por Claridad, luego edita un Boletín de Información que hacía campaña por la unificación de los partidarios de la IV Internacional en la Argentina (cosa bien trozca, vivir rompiedo partidos y llamando a la unidad) organiza una primera conferencia y un primer reagrupamiento el 7 de noviembre de 1937. Fundó la Liga Obrera Revolucionaria y editó la revista Estrategia Revolucionaria. Y de alli salieron todas las ramas del los actuales partidos trosquiatas. Aunque con el pasar del tiempo acusa a León Trotsky de ser agente de Wall Street, por su defensa de la nacionalización del petróleo mexicano en tiempos de Cardenas. Relatado en “León Trotsky y Wall Street”.

En la literatura con el seudónimo de “Lobodón Garra” escribio “Masas y Balas” sobre la Semana Tragica, “La tierra maldita” (1932) narraciones de la Patagonia. Entre otras obras, que algun buen dia se reeditaran.

Creia en la revolución socialista en Sudamérica a partir de la unidad del proletariado argentino y brasilero. Y eso daria nacimiento a una patria grande cuyo nombre ya tenia inventado: Andesia.

El año 1973 renunció como miembro de la Sociedad Argentina de Escritores, acusándola de ser “un depósito de cadáveres que aún respiran”.
En 1975, a raíz de un comentario sobre una de sus obras aparecido en “La Nación”, comunicó al encargado del suplemento literario del diario: “Los libros que yo escribo están más allá del alcance de los críticos que escriben en la página que usted dirige; en consecuencia, le hago saber que me sentiría muy feliz si en adelante no se ocupará más de mí, ni de mis obras”.
En 1998 publica un libro de critica literaria, de lo mas acido: “Cien años de letras argentinas” donde criticaba duramente a Lugones, Sabato, Cortazar, David Viñas y rescata a Horacio Quiroga y Roberto Arlt.

El dia que cumplio 100 años auguro, el fin del capitalismo y declaro que el imperialismo yanqui no tendria salida tras el ataque a las Torres Gemelas.

Fallecío en el 2003, en su departamento de la calle Moldes, a los 101 años.

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