martes, noviembre 06, 2007

Tirado, a un lado del cuarto, cerca del armario, como un cadáver y su puerca intimidad. Deseando aunque sea un matiz de voluntad que me diferencie de los objetos que me rodean. Mi cuerpo se hunde en este piso de madera, sin angustia, ni desesperación; con extrañeza. Mi mano toma un papel, lo arruga convirtiéndolo en un perfecto bollo, lo tira hacia arriba, con destreza lo vuelvo agarrar, repito el movimiento una y otra vez, extasiado con mi nueva habilidad.

Seré el campeón mundial de este nuevo deporte, viajare por el mundo siendo invencible, orgullo del país, ganare buen dinero y repartire algo a "los sectores menos favorecidos de esta sociedad", tapas de revistas y diarios, notas y entrevistas, me volveré "mediatico", grandes discusiones sobre el nuevo ¿deporte? y más temprano que tarde, un detalle desagradable de mi biografía que se filtra en manos de periodistas sin escrúpulos ni "códigos", me hace perder publico; la fama y el dinero y sus locas tentaciones me tendieron una trampa, un giro, un mal paso.

Luego me redimiré, iré a programas de televisión mostrando que lo peor, me hizo mejor persona, que detrás del personaje hay una persona, es mas un ser humano "con sus defectos y virtudes", seguramente estaré de la mano de mi futura esposa que me contendrá en el momento clave de la primera lagrima y/o quiebre de voz, hablare de la familia, pediré disculpas a todo el mundo, persona por persona, casa por casa, por haber sido un mal ejemplo, sobre todo para los niños -en ese momento ideal compañero estético será un niño, en brazo, si es adoptado mejor-.

Ella luego me abandona, después que el dinero se termina. Posteriormente juicio de separación, donde pierdo todo, hasta la tenencia.

En un hotel perdido junto a una botella de tequila, encuentran una nota de suicidio, donde escribí "Nunca pude olvidarte". Al costado de la botella, frasco de pastillas, detrás boca abajo el campeón mundial categoria medios de bollito al aire, ya muerto. Los medios sensacionalistas se darán un atracón: "Fotos exclusivas del cadáver", "Sus ultimas 24 horas", "¿Quien era la persona que lo acompaño al hotel?", "¿Fue suicidio?".

La muerte lograra piedad y lastima, habrá honores oficiales. Pasare a formar parte del santoral popular junto con la Difunta Correa, La Juana Figueroa, Rodrigo Bueno, etc. Los hombres y las mujeres arrodillados en mi tumba, a pedir que se cure alguien o que salga el numero de lotería que compro la señora y que Dios sabe que ella se lo merece y mas que nadie San Bollito, que nunca le fallo.

Mis hijos y mi mujer harán buenos negocios con mi desgracia, se estrenara una película "El campeón y su infierno". Exito de taquilla. Mi parentela retornara a la felicidad, al dinero y a la fama.

Yo estaré pudriéndome en mi bóveda familiar.

De todas esas cosas me salvo todos los días, gracias a mi bendito hastío.