viernes, julio 08, 2005

PARÉ LA GUERRA

Te va a parecer increíble
pero paré la guerra
estaba trabajando en el desierto
cuando vi pasar un tomahawk
y quise ver la hora
como el reloj se había detenido
tiré la palanquita hacia fuera
giré las agujas para atrás
al principio el misil se detuvo
luego comenzó a retroceder por donde había venido
sopló un viento fuerte
y aparecí de la mano de mamá
en la puerta de la escuela siete
era 1972
tenía mi viejo portafolio y un mantecol chico
me dio un beso, entré corriendo
saqué el cuaderno de geografía
tenía los deberes hechos
el mapa del Golfo Pérsico
me saqué un sobresaliente
le conté a la maestra la historia de los Persas, los Otomanos
los Árabes
sonó el timbre
pensé que papá tal vez venía a buscarme
nunca llegó
y me puse a llorar
como ahora en el desierto.

ANDRES BOHOSLAVSKY.
vladimirbeat@yahoo.com.ar
Andrés Eduardo Bohoslavsky nació el 5 de julio de 1960 en Cipolletti, Rio Negro y si bien su residencia oficial es en Bahía Blanca, vive en alguna pensión del Alto Valle, en el borde del borde. Es obrero y entre una cosa u otra se dedica a leer a Joyce, Kafka, Rilke y Rimbaud.

2 comentarios:

libréluna dijo...

Ojalá todo fuera así de sencillo no?, jalar la palanquita, darle vuelta en dirección contraria y retroceder, tener la capacidad de cambiar el rumbo, las situaciones y entonces ver si tomamos la alternativa. Maravilloso poema, su ritmo, su tiempo, su nostalgia, sencillamente maravilloso.

Unknown dijo...

Andres Bohoslavsky ve el universo todo, puede viajar lejos, puede ver cada detalle. Cuestiona, reflexiona y despliega un mensaje comprometido desde una poética sin elementos decorativos. Su discurso es despojado y crudo y mantiene la belleza de lo exacto, de lo riguroso.Lo dice la gran poeta Laura Yasán a quien admiro profundamente y yo, apenas alguien que intenta escribir poesía, lo reafirmo y agrego que Andrés es un GRANDE, UNO QUE SE ATREVE A ROMPER CON PALABRAS LOS MUROS DE LA HIPOCRESÍA SIN RESTARLE BELLEZA A CADA POEMA, UN "PRIVILEGIADO" EN EL ARTE DE DECIR SIN MÁS NI MÁS. ¡FELICITACIONES A SU GENIO!: María Laura Quiroga. Merlo. Buenos Aires.